Y es por esto que, el cuerpo está programado para agotarse mucho antes de quedarte sin energía, llamémoslo pereza, ganas, comodidad... Pero es una realidad que esta apatía es la que nos impulsa a dejar de hacer algo, a rendirnos, a no seguir corriendo.
En esta entrada os quiero hablar de algo muy importante, y es de SEGUIR. Sí, seguir, parece una tontería ¿no?Seguir cuando no puedes más, cuando parece que todo está perdido, cuando te faltan fuerzas o cuando has sufrido un duro varapalo. Seguir, porque no puedes rendirte ahora, porque sí el camino se pone cuesta arriba, como se dice en ciclismo, subes piñones y sigues tirando. Y es que cuando el desafío es más duro, cuanto más nos cuesta lograr algo, más aprendemos.
Podríamos definir seguir como un sinónimo de constancia y es que seguir es continuar luchando cuando todo parecía perdido, seguir es no darse nunca por rendido, no tirar la toalla, eso es seguir. Y no me creo que cuando alguien dice que no puede seguir porque es muy difícil lo que está intentando, o porque es arriesgado, o simplemente por pereza, se sigue hasta que no nos quede un gramo de fuerza, y cuando no nos queden fuerzas, nos reinventamos, nos sacamos la fuerza de donde sea, perseguimos ese objetivo hasta el final. No sirve de nada quedarnos a medias, como un profesor mío dijo un día, hasta el final.
Porque... ¿Qué será de ti si no terminas aquello que te propones? ¿Qué será de ti si a las primeras de cambio tiras la toalla? Las cosas se hacen o no se hacen, pero nunca nos podemos quedar en el camino.
Yo, personalmente, soy partidario de la frase hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes, porque... No puedes empezar algo para después dejarlo a medias, si te propones algo, te partes el alma sigues hasta el final, sin importar lo duro que sea.
Si sigues luchando hasta el final, cueste lo que cueste, sea tan duro como sea, podrás decir que eres un luchador nato, y sin duda, con esa perseverancia, podrás lograr aquello que te propongas. Por otro lado, si a la mínima dificultad que te pongan por delante, te das por vencido, vivirás en la mediocridad mental, porque eres capaz de renunciar a tus sueños debido a una piedra en el camino, si no eres capaz de seguir intentándolo una y otra vez... Nunca sabrás lo que es el orgullo por haber logrado tus metas.
